A las madres en particular y muy especialmente, y lo hacemos con esta interpretación de Ceres porque nos parece muy madre entre las madres.
Ceres era la diosa de la agricultura; iba por todo el mundo repartiendo semillas y enseñando a la humanidad cómo cultivar las tierras (ese toque pedagógico es muy de madre). Un día, el dios Plutón/Hades raptó a su hija Proserpina para llevársela al inframundo. Ceres en su búsqueda desesperada por encontrar a su hija, desatiende la tierra que se vuelve infértil y seca.
Para no cansaros, Júpiter convence a Plutón/Hades de que dejara volver a Proserpina con su madre la mitad del año; el resto, estaría con él en el inframundo. Así pues, el acuerdo queda en que pasaría seis meses con Ceres y seis meses con Plutón/Hades. Cuando Proserpina está con Ceres, la alegría de madre se manifiesta en la fecundidad de las tierras, cosechas abundantes y flores.
Técnica mixta sobre madera.